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15 agosto 2005

Intolerancia Política

La política tiene dos dimensiones: la primera hace referencia a una búsqueda del consenso y del acuerdo, mientras que la segunda plantea su ejercicio como una lucha intensa y apasionada, una pura y simple expresión de poder [1]. La intolerancia política se asocia a las imágenes del enemigo y encuentra su justificación en aquellas “filosofías historicistas” donde el poder de un individuo, una secta, un grupo o una clase social sobre el resto de las personas se legitima "recurriendo a inevitables leyes históricas del progreso o leyes dialécticas necesarias" [2]. La intolerancia política no es un fenómeno reciente, ya que desde la antigüedad tanto el concepto de poder como los de coerción e imposición han formado parte de una idea de la política en cuanto actividad que preside al conjunto de las relaciones humanas. El concepto de poder hace referencia a la capacidad para imponer a otros los propios puntos de vista, aun contra su voluntad, mientras que la coerción y la imposición aluden al uso de la fuerza física para lograrlo. Para una vertiente del pensamiento politológico clásico tales conceptos representan, caracterizan y circunscriben la esfera de las relaciones políticas [3]. Desde este punto de vista, la intolerancia política estaría por encima de la intolerancia social y de la intolerancia cultural. La intolerancia política aparece ya en la época clásica ateniense. El “animal político” de Aristóteles, por ejemplo, no se circunscribía únicamente a un aspecto de la vida social, sino que ilustraba una concepción totalizante donde la política y la politicidad constituían la esencia de lo colectivo [4]. Es así como nace la imagen del «ciudadano total» en unas condiciones en las que la política lo es todo. El ciudadano total “artificialmente feliz” es el habitante de una ciudad en la que “es libre la ciudad, pero no el individuo” [5].




[1] Beneyto, José María, Apocalipsis De La Modernidad. El Decisionismo Político De Donoso Cortés, Barcelona, Gedisa, 1993.
[2] Popper, Karl, Miseria Del Historicismo, Madrid, Alianza Editorial, 1973, p. 145.
[3] Ferrero, Guillermo, El Militarismo, Barcelona, Mauccí, 1910.
[4] Antiseri, Dario, La Tolleranza e i Suoi Nemici, Roma, Il Mondo Edizioni, 1996, p. 29.
[5] Sartori, Giovanni, Teoría De La Democracia. 2 Los Problemas Clásicos, México, Alianza Universidad, 1989, p. 364.