Voltaire: contra el fanatismo
“Yo sé con que furor el fanatismo arremete en contra de la filosofía. Ella tiene dos hijos que el fanatismo desearía asesinar como a Calas y que son la verdad y la tolerancia, mientras que la filosofía no desea otra cosa que desarmar a los hijos del fanatismo que son la mentira y la persecusión”: Carta de Voltarie a Damiraville del 7 de marzo de 1765.
I. En contra del fanatismo. En 1762 en la ciudad de Toulouse en Francia, por motivos aún poco claros, el hijo de Juan Calas se suicidó, lo cual fue tomado como un pretexto por la intolerancia oficial de su tiempo para procesar y torturar hasta la muerte -acusado de herejía- a Calas quien contaba con 68 años, así como para desterrar a sus restantes hijos y despojar a su esposa de sus bienes. La razón de fondo de este brutal hecho que conmovió a la opinión pública europea fue que Calas era un protestante, es decir alguien considerado «diferente» porque profesaba una religión que no era la de los católicos. Asombrado por la injusticia del hecho, Voltaire dedicó tres años de su vida para defender a Calas a quien consideraba solo culpable de ser parte de una minoría. Voltaire escribió su famoso Tratado sobre
Voltaire cuyo verdadero nombre fue Francoise Marie Arouet nació el 21 de noviembre de 1694 en París, Francia. Realizó sus primeros estudios con los jesuitas en el College Louis-le-Grand. En este colegio
Por otro lado, Voltaire continúa su reflexión alrededor de otros temas que integrarán el conjunto de su actividad filosófica, histórica, literaria, política e incluso científica. En efecto, este es un período de intesa actividad intelectual para Voltaire y es aquí cuando escribe su obra Elements de la philosophíe de Newton (1738), al tiempo que produce una gran cantidad de novelas, sátiras y versos. Estos escritos se complementarán con la publicación dos años después de su obra La metafísica de Newton o el paralelo entre las opiniones de Newton y Leibniz (1740). Parangonando a Descartes con Newton, Voltaire defiende los méritos de matemático de Descartes pero reconoce la superioridad de la doctrina de Newton. Su exilio es más bien formal ya que Voltaire continúa a viajar a París y a Versalles en donde a través de la influencia del Marqués de Pompadour se convierte en un intelectual que inicia a ser escuchado en
([1]) Doctor en Ciencia de
([2]) "Lo que sobre todo preparó su suplicio, fue la aproximación de esa fiesta singular que los tolosanos celebran todos los años en memoria de la degollación de cuatro mil hugonotes; el año de 1762 era el centenario. Se preparaba en la ciudad el aparato de esta solemnidad; esto mismo encendía más la imaginación ardiente del pueblo; públicamente se decía que el cadalso sobre el que se ajusticiaría a Calas, sería el mayor ornamento de la fiesta (...) parece que el fanatismo, indignado por el éxito de la razón, se vuelve contra ella con más rabia": Cfr. Voltaire, Tratado de la tolerancia, Barcelona, Grijalbo, 1984, pp. 13-22.
([3]) "El propio Voltaire reconoció la genialidad de los jesuitas. En noviembre de 1738 escribió en una carta al padre Porée, su antiguo profesor de retórica: «le debo algo más que un homenaje: fue usted quien me enseñó a pensar» (...) Voltaire reconoció en 1738 un enorme fondo común de elocuencia compartido con sus educadores": Cfr. Fumaroli, Marc, Voltaire y las artes de la persuasión, en "Debats", núm. 51, marzo 1995, pp. 33-34.
([4])
([5]) Cfr. Infopedia, Funk and Wagnalls Encyclopedia, 1994, p. 1.
([6]) Voltaire, Cartas filosóficas y otros escritos, Madrid, Edaf, 1981, p. 17.
([7]) Ibid.
([8]) Algunos autores proponen esta periodización: "su infancia y su mocedad coincidieron con los últimos años del reinado de Luis XIV; el resto de su juventud y los primeros años de su madurez discurrieron bajo la regencia de Felipe de Orleáns; el período central y el ocaso de su vida conocieron el largo reinado de Luis XV; y todavía siendo ya un ochentón, alcanzó a saludar la aurora del gobierno de Luis XVI que presagiaba, como muy pocos, un día tempestuoso": Cfr. Strauss, David Federico, Voltaire, op.cit., p. 14.
([9]) Voltaire, Historia del Imperio de Rusia bajo Pedro el Grande, Santiago, Ercilla, 1940; y del mismo autor Historia de Carlos XII Rey de Suecia, Madrid, Espasa-Calpe, 1932.
([10]) Voltaire, "Micromegas. Historia filosófica", en Micromegas, Madrid, Siruela, 1988, pp. 45-74. Otras novelas de Voltaire que generalmente acompañan a "Micromegas" en las ediciones castellanas son: Memnon o la cordura humana, Los dos consolados, Historia de los viajes de escarmentado y Zadig o el destino.
([11]) Infopedia, Funk and Wagnalls Encyclopedia, op.cit., p. 2.
([12]) De acuerdo con Voltaire, este voluminoso ensayo no pretende "saber en que año un príncipe indigno de ser conocido sucedió a un príncipe bárbaro en una nación grosera", sin embargo, es sí un estudio erudito que busca "mostrar con los hechos la inconsistencia de la interpretación providencialista y justificar los acontecimientos mediante motivaciones exclusivamente terrenales". Examina las grande civilizaciones asiáticas, las de China, Persia (Iraq) y Arabia: "no se queda en esta revisión de las antiguedades orientales, sino que va después intercalando a lo largo del relato de la historia europea capítulos sobre los musulmanes, Gengiskán, Tamerlán, el Japón,
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