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13 abril 2005

El siglo XXI: el siglo del odio

La intolerancia marcó al siglo XX, representada principalmente por los numerosos campos de concentración, tránsito y exterminio del pueblo judío creados por el régimen nazi, de los que destacan por sus atrocidades Majdanek, Auschwitz-Birkenau, Sobibor Treblinka en Polonia, en los que perdieron la vida más de 6 millones de personas. La persecución étnica y religiosa bajo los Pogrom [1], los campos de trabajo forzado conocidos como GULag [2] y las constantes purgas políticas en la antigua Unión Soviética acercaron dos de los más feroces totalitarismos de nuestro tiempo: el nazismo y el comunismo. El núcleo central de la ideología nazista era la tesis de la superioridad de la raza aria, destinada a dominar y “limpiar étnicamente” el mundo [3], mientras que la ideología del sistema soviético se basaba en la “limpieza de clases”. Las distintas formas de racismo se tradujeron primero en leyes que limitaban los derechos civiles de los hebreos, que después fueron objeto de exterminio durante la Segunda Guerra Mundial. Ambos sistemas, el nazista [4] y el comunista [5], expresaban una visión totalitaria de la política: el primero, con el Muro del Ghetto de Varsovia, y el segundo, con el Muro de Berlín. Tanto Hitler como Stalin trataron de imponer su proyecto de purificación social y no dudaron en eliminar a quienes consideraban sus enemigos a través de un diseño sistemático y planificado del terror, y de una política de largo aliento orientada a la persecución y desaparición física tanto como a la destrucción del patrimonio cultural de los grupos minoritarios [6]. El comunismo y el nazismo eran sistemas totalitarios que atribuyeron al Estado la tarea superior de la transformación política y de la redención social. El siglo XX también se caracterizó por una serie de masacres entre las que destacamos la de los armenios por parte de Turquía, la liquidación de los “Kulaks” en Rusia y el exterminio de los judíos en Europa bajo la dominación alemana. En el primer caso tenemos el genocidio de los turcos contra la minoría armenia [7]. Desde que en 1473 se convirtió en territorio del Imperio Otomano hasta su anexión a Rusia en 1827, Armenia ha sido una nación fragmentada. Tras las sangrientas persecuciones emprendidas por los turcos en contra de los armenios (1895-1909), durante la Primera Guerra Mundial se acentuó el genocidio de la población lo que intensificó la diáspora armenia. Como los griegos, los armenios gozaron hasta mediados del siglo XIX dentro del Imperio Otomano de una cierta autonomía pero al intensificarse la política de unificación nacional comenzaron de nuevo las violentas persecuciones. Así, mientras los griegos se refugiaban en su patria, los armenios permanecían indefensos por lo que cerca de 2 millones de armenios -quizá la mitad de la población- vive aún en las tierras de las que surgió la nación, hace 3 milenios. Pueblo sin patria, la diáspora de los armenios se ha concentrado en Ucrania, Turquía, Irán, Medio Oriente, Estados Unidos y Francia. El totalitarismo es un sistema de gobierno que niega el pluralismo tanto político e ideológico como cultural y étnico. El concepto de totalitarismo empieza a ser utilizado después de la Segunda Guerra Mundial para definir a los regímenes antidemocráticos del siglo XX -el nazismo, el comunismo y el fascismo-, que de acuerdo con su principal teórica, la filósofa alemana Hannah Arendt, se caracterizan por la ausencia de control de las instituciones representativas (partidos y asambleas legislativas) sobre el gobierno, por la abolición de la libertad de prensa y de asociación, por la apabullante movilización ideológica de las masas como instrumento de manipulación de la sociedad por parte del jefe carismático y del partido único, por la ausencia de responsabilidad ética de los individuos que ejercen el poder y por la negación de los principios del pluralismo democrático liberal [8].



[1] En ruso, “Pogrom” quiere decir “devastación”, “furia”, “destrucción” o “eliminación del enemigo interno”.
[2] GULAG significa Glavnoye Upravlemiye Lagerej: “Administración General de los Campos de Trabajo”.
[3] Todo esto bajo las presuntas “argumentaciones científicas” de autores como Joseph Arthur de Gobineau (1816-1882), Houston Stewart Chamberlain (1855-1927), A. Rosenberg, y G. Feder.
[4] El nazismo o Partido Nacional Socialista fue fundado por Adolf Hitler en 1920. Estaba basado en un radicalismo populista y un profundo antisemitismo.
[5] El comunismo, en su versión leninista y estalinista, aparece como un sistema social y político fundado a partir de la Revolución de 1917 que busca la propiedad colectiva de los medios de producción.
[6] Fisichella, Domenico, “Il terrore come principio politico”, en Totalitarismo. Un Regime Del Nostro Tempo, Roma, La Nuova Italia Scientifica, 1987, pp. 34-38.
[7] Armenia se convirtió en el año 305, tras la conversión del Rey Tiridate III (290/298-330), en el primer estado que adoptó el cristianismo como religión oficial.
[8]
Arendt, Hannah, Los Orígenes Del Totalitarismo, Madrid, Taurus, 1974. La edición original es de 1951. La autora propone tres ensayos cruciales sobre el Holocausto, de los que deriva su teoría sobre el totalitarismo. Sobre este tema también ha escrito: L´Immagine Dell´Inferno. Scritti Sul Totalitarismo (coordinado por Francesco Fistetti), Roma, Riuniti, 2001.